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Mil perdones

  Tengo mil perdones atravesados en los labios, me queman la boca pero no los dejo salir. Me llenan de muecas y me pintan los huesos. No sé en qué parte de la oscuridad me parece que un color casi nocturno, pero bastante evidente, se asoma en mi piel y me lleva al remordimiento y a la incapacidad de no poder decir que me arrepiento. Pinté cosas en el cielo, las llamé estrellas y le grité que desaparezcan cuando venga el sol. Que no las podía ver, que lo naranja no era nuestro y que las disculpas sólo aparecían cuando la luz bajaba y el celeste era azul. Pinté estrellas en el cielo y les puse el nombre de todos mis errores, para que solo vengan cuando la noche permanezca en silencio y me llene de dudas la oscuridad de mis pensamientos. Tengo mil disculpas que se me clavan en el pecho y otras que no logran salir del estómago; es que la barriga me guarda sueños y temores, se envuelven de una negrura casi pintoresca y me avisan que no puedo. Ya no puedo seguir viviendo de la noche ...

Ni ventanas, ni techos, ni cielos

No me sale ordenar ni oraciones ni párrafos, tampoco puedo racionalizar algo que siento ni encontrarle explicación a por qué lo que más queremos siempre se va primero. Capaz suelo escribir en plural para encontrar alguien a la vuelta de casa o en la otra punta del mundo que pueda sentir lo mismo que siento yo. Si puedo hallar un mínimo de emoción ajena similar y capaz de entender lo que me palpita en el pecho me sentiría aliviada. Y va más allá de la incomprensión, el encierro en uno mismo y coso. Está total y completamente interpelado por el hecho de que desde que me se me aflige el corazón necesito un abrazo. Pero sigo: encuentro relación directa a porqué todo lo que más amamos se va primero con que, en fin, todo, algún día, se va.  No estoy en condiciones tampoco de poner en palabras lo que sentís los días previos a que alguien se te vaya para siempre sabiendo que no va a volver. Una molestia frecuente en los enamorados es que jamás van a volver a experimentar lo que sintieron e...

Amores viejos, amores antiguos, amores eran los de antes

 Amor mío, no te vayas, ni corras de mí. Amores viejos, amores antiguos, amores eran los de antes Hoy llueve torrencial y la lluvia siempre fue un clásico para escribir y para leer. Y como hoy quiero escribir sobre clásicos me parece perfecto empezar a relatar lo que, creo yo, es solo un texto. No es irreal, ni inventado, ni es un cuento. Capaz es un ensayo, aunque todavía no estoy segura de la definición de ensayo . Así que lo único que puedo decir es que soy yo escribiendo en una computadora lo que realmente me sale del corazón. Sin personajes ni ocurrencias que tienen otros nombres; un texto en fin. Cuando leí un artículo aquel día que, vaya a saber uno por qué, no me sentía en concordancia con el amor del mundo, me quedé pensando en las distintas maneras que tienen de amar las personas. Como si el amor moviera al planeta, como si cambiase con el tiempo y no fuese la misma bola que flota entre dos, tres, miles de personas desde este instante hasta la eternidad. El artículo relat...

amores de antes

 amores de antes Es que amor mío,  no sé si puedo seguir dando todo de mí  porque ya me vacié en cada esquina  que corrimos de la mano. Amor mío, no te vayas,  ni corras. Que el desamor hizo que las canciones felices me revuelvan el estómago y me acaricien las entrañas. Amor mío, no te vayas, ni corras. Que las corridas tienen nuestros nombre y las esquinas nuestros apellidos. Amor mío, no me dejes en esta ciudad repleta de balcones anchos hechos para dos. Amor mío, no te vayas, ni corras; que todas las ciudades, al lado tuyo, son ciudades del amor.

amor, desamor, enamorarse

 amor, desamor, enamorarse Pude preguntar muchas veces qué es el amor para los demás porque todavía no tengo definido qué es para mí. Es probable que no quiera darle una definición porque si lo encierro entre jardines voy a tener que preguntarme si alguna vez lo sentí. Pero inevitablemente, porque va conmigo, porque está en mi sangre y en mi cabeza, sé que es bastante fácil para mí entrelazarme en algunos te amo. Lo qué no sé todavía es si puedo aceptar que alguien se haya enamorado de mí. El otro día una chica me dijo que estar enamorado es siempre pensar en el otro, y yo todavía dudo de si alguien puede estar pensando en mí más de cinco minutos. Pero nada tiene que ver con el autoestima, ni con los miedos, ni con la duda de si sí o si no. Tiene que ver con que el amor está escrito hasta en piedras y cantado hasta en silencio. Y puedo aceptarlo con un texto simple y para nada como este. Puedo decir que sé lo que es amar con fuerzas y vivir una película en cuestión de días, meses. ...

carta a cami

 A Cami del pasado, del presente o del futuro, o realmente a todas ellas porque siempre fue muy indecisa. A Camila, que jamás supo cómo empezar mensajes, poemas o declaraciones de amor, pero que estando a la mitad siempre se pregunta si tiene que llegar al final o puede                escribir para siempre. A Camila, que tiene mucho miedo de que el amor no exista y de que ese frío desesperante cuando estás enamorado no perdure en todas las vidas. A la chica que cuando falleció su bisabuela se preguntó  cómo iba a poder superar la muerte de todos sus seres queridos aunque estén a mil años luz. Camila del pasado siempre lloró demasiado,  se agarraba de las manos y se preguntaba ¿por qué tenemos que sentir tanto? Camila del pasado buscaba palabras complejas  para tratar de acaparar los sentimientos más rebuscados. Hoy ella suelta letras,  simples y concisas, y le duele más el corazón. Es que Camila del pasado y ...

poema libre

 poema libre con todo lo aprendido en las clases de Alba :) ¿qué sabré yo de poemas, de amor, amigas y un poco de fuego? ¿qué sabré yo de escribir, si lo único que hago es sentir por los dedos? de chica me dijeron que la poesía es amor y mujeres. capaz la poesía es un arma:  mujeres amándose y teniendo bronca rebalsada en versos que riman y párrafos de vigor. muchas veces me dijeron terca: para mí, amar es con fuerza y sin termómetro, sin medidas ni caricias contadas. amar es la complicidad entre dos amigas mirándose a los ojos. pero, ¿qué sabré yo de amar? ¿qué sabré de sentir, si como juicio y sentencia, trato de amarrarme a corazones y llorar en hombros que no son míos? como si el destino existiera y ese, reglamentariamente, fuera el mío. solo sé que me enfrían las palabras que no me gustan. rechazo calles en las que tuve frío y me entrelazo en cuerpos que me hicieron vivir. ¿qué sabré yo de la vida,                     ...