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Mostrando entradas de febrero, 2021

poema libre

 poema libre con todo lo aprendido en las clases de Alba :) ¿qué sabré yo de poemas, de amor, amigas y un poco de fuego? ¿qué sabré yo de escribir, si lo único que hago es sentir por los dedos? de chica me dijeron que la poesía es amor y mujeres. capaz la poesía es un arma:  mujeres amándose y teniendo bronca rebalsada en versos que riman y párrafos de vigor. muchas veces me dijeron terca: para mí, amar es con fuerza y sin termómetro, sin medidas ni caricias contadas. amar es la complicidad entre dos amigas mirándose a los ojos. pero, ¿qué sabré yo de amar? ¿qué sabré de sentir, si como juicio y sentencia, trato de amarrarme a corazones y llorar en hombros que no son míos? como si el destino existiera y ese, reglamentariamente, fuera el mío. solo sé que me enfrían las palabras que no me gustan. rechazo calles en las que tuve frío y me entrelazo en cuerpos que me hicieron vivir. ¿qué sabré yo de la vida,                     ...

clase tres: ruptura amorosa

  RUPTURA AMOROSA Crónica poética: Crónicas de un amor en el bolsillo De Floresta a Devoto,  en tren, en bondi o caminando, abajo de un árbol, encimados en una plaza. Pasé con mis amigos, los agarré de las manos, y me reí como tarada: ahí nos dimos un beso . Ahí llevé a mis otros amores y me quedé callada. Un capricho, un amor joven rápido y eterno, como si los meses se quedaran incrustados en el alma. Es que me di cuenta de que estaba enamorada cruzando Corrientes,  esperando el semáforo, llorando desconsolada. ¿Qué iba a hacer yo, con los puentes a la mitad y las canciones sin versos? ¿Qué iba a hacer yo, dónde iba a guardar, las cartas rotas y los silencios estancados en besos? ¿Qué iba a ser yo, con las esquinas donde me apretabas la mano para darme un abrazo? Guardé, por unos días, el amor en el bolsillo. Y te odié, por mostrarme que al final fuiste lo que dijiste  que ibas a ser. No conocí silencios incómodos hasta ese día, y vos no sabías que yo podía enojarme...

clase tres

 actividad uno Las esquinas parecen juntarse, multiplicarse hasta que las calles argentinas se vuelvan una misma cuna en la cual mecerse. Retumban los pies, las corridas: el trote era rápido. Seamos sinceros, se consideraban corridas. Corridas veloces, a un ritmo similar al de las teclas de las máquinas de escribir de un universitario, fuertes como el dolor de muñeca luego de escribir cien cartas con destinatarios inciertos. Para varios trabajos en la Universidad de Buenos Aires se pidió hablar de la clandestinidad. En las discusiones, varios chicos levantaban la mano cuestionando la cifra que daban los profesores. Varios otros se apuraban a refutar.  El alboroto, el ruido, las escuelas gritando. Es que, ¿cómo plantearlo? Si vos sabés de que casa, de que vientre, de que madre venís. ¿Quién sos? Decime el nombre de tu padre, el trabajo de tu abuelo, tu clase social.  Decí de dónde viene tu identidad, tu tierra y tu barrio. Decí qué sentís cuando se repite en esos actos esc...

clase dos actividad dos

  Escribir un poema breve por cada una de las siguientes preguntas, intentando responderlas.  1. ¿Cuándo te sentís libre?  cuando me tira el viento frío en pleno Corrientes, o en la punta de tu cama, sentada o acurrucada. 2. ¿Qué es la soledad?  es lo que me llama a susurros por la noche o en un subte en hora pico. es la que me busca a eso de las tres, cuatro, o cinco de la mañana, pero me agarra fuerte de la mano y me dice lento y punzante que no se irá                                             cuando despierte. 3. ¿Quién sos?  soy la inquietud y no la permanencia, lo que te envuelve y te clava en el medio de un barrio y te hace sentir en casa. soy, o espero ser,  la chica de las manos tibias y la mujer de los abrazos largos. 4. ¿Qué es la ternura?  la ilusión al contar cuantas cuadras, baldosas y cerámicas, faltan para llegar  a l...

clase dos actividad número uno

pintura uno: érase una vez en el reino del revés una mujer tan completa que se sentía sola. sentada en la cama, cerca de su amante, se enroscaba en sus propios brazos y en su melancolía. en el reino del revés su amante no la abrazaba y ella tampoco pensaba en él. pintura dos: érase una vez en el reino del revés una mujer tan completa que sentía que lo único que le faltaba era una amiga en sus brazos. a veces extrañaba el sentimiento inquietante del corazón de otro                                         detrás de su espalda. de sentirse desnuda toda tapada. pintura tres: érase una vez en el reino del revés un hombre que a sus pies tenía toda desnudez. que cuando giraba su espalda, solo pensaba en aquella cama de la mujer que nunca lo hizo sentirse solo. ¿qué hará, en esa cama, esa mujer que jamás supo no llevar a otros? tal vez, en el reino del revés, aquella mujer supo saber como sentirs...

poema libre 1

me mandaron a escribirle al amor y a la poesía,  que escriba y que reescriba. que me hunda en letras mortíferas y en trazos agudos, que llegue hasta donde                                                  no quiero llegar. no sé si puedo llamarte por lo que sos, amor. pero sé que puedo contar nuestra historia, mil y una vez, hasta que los párrafos me ardan y las palabras me quemen. me mandaron a escribirte, amor. a que te rompa el corazón. a que te hable como a un par y a que me enamore de los demás. porque del amor sale la poesía, y de mis letras el hartazgo y la ironía de no saber como llamarte y, aún sí, nombrarte siempre.

la poesía

 y que pase y que no espere, y que no pida permiso ni me pregunte,  que entre porque es innegable que existe. que se le retuerza la mano cuando escribe, que se le salga el corazón entre los dedos. que la nieguen y se aviven: ¡chicas, la poesía está en la calle! no me haga esperar. que viaje entre corazones muertos que antes     se desvivían de amor. que me hable del odio al oído, que sea un reproche constante, un suplicio inmaculado de almas rotas que no llegaron                             a ver las olas. y que pase y que no espere, que no pregunte si puede entrar. que solo sea el remedio para lo irremediable, ese suspiro ahogado antes de que el todo sea lo que queda, en los soles y en las estrellas, en la casa de la vieja, en la patria que siempre desespera. y que entre, y que pase, y que se me clave en los huesos y no me hable de lógicas. y que entre, y que pase         ...

Curriculum

  Soy Camila, o Camila Aylén, o Camila Aylén Caligiuri. Varios términos, nombres y apodos; pero con cualquiera de ellos voy a girar la cabeza al escucharlos por la calle. Vivo por Floresta, aunque me cambio de casa, o le digo casa a las casas de mis amigos. La ventaja de que todos vivamos en el barrio es que las esquinas y las plazas siempre van a ser nuestras. Con una amiga hablamos mucho de tener segundos, terceros y hasta cuartos barrios. Como si pudiéramos sentirnos en casa en varios lugares, aunque haya veces que no nos sintamos en casa ni en la nuestra. En varios trabajos me dijeron que me voy demasiado por las ramas, entre las calles y los amores, de amigas o amantes, y que me distraigo, y que me olvido y que coso.  Capaz a esas amigas y a esos amantes los conozco, pero tengo que nombrar a todos, de punta a punta, de sol en sol. Tengo que hablarles de que nos gusta encontrar alguna terraza y cantar canciones de nuestra tierra cruda. Voy a tener que susurrarles a los des...